La minería a cielo abierto es una industria que origina inmensos impactos ambientales, visuales, humanos y culturales, se basa en la explotación de recursos no renovables encontrados debajo de la corteza superficial de la tierra, su grado de impacto dependerá directamente del tipo de mineral que se pretenda extraer.
Existen diversas técnicas para practicar esta actividad, una de ellas es la aplicación de químicos para la lixiviación del terreno mediante el uso de cianuro, mercurio y ácido sulfúrico, estas sustancias son altamente toxicas y se encargan de disolver los compuestos indeseados, con el objetivo de obtener los minerales que se desean producir de la tierra, se ejecuta en extensas áreas de terreno, se crean cráteres de grandes diámetros y se van profundizando a medida que se avanza en el proceso.
Consecuencias ambientales:
- Daños a la superficie de la tierra.
- Contamina el aire, durante esta actividad se generan grandes cantidades de materia fina “polvillo” tóxico.
- Contaminación de las aguas superficiales, si los residuos químicos no son debidamente tratados y almacenados pueden filtrarse hasta los caudales de agua fresca.
- Daños a acuíferos subterráneos.
- Impactos sobre la flora y fauna, el proceso de excavación elimina todo tipo de flora existente en la corteza terrestre, además los animales se ahuyentan por el ruido.
- Conflictos entre comunidades y empresas.
- Cambios visuales, quedan inmensos cráteres en el área, disminuyendo el atractivo de la zona, afectando negativamente el turismo.